Manejamos el nuevo modelo con el que la firma surcoreana buscará repetir el éxito del Rio, y sus cualidades están centradas en ese objetivo
MONTERREY.- Para Kia, este es y sigue siendo un año muy importante, no sólo por el hecho de que, el pasado agosto, cumplieron ocho años de presencia en nuestro país, sino que, además, despidieron a uno de sus vehículos que más alegrías le trajo a lo largo de esos año: el Rio. Tanto en la variante sedán como hatchback, este modelo, el cual debutó en nuestro mercado en 2016, además de colocarse como el más vendido en México, hasta hace poco también fue producido en la planta que Kia tiene instalada en el municipio de Pesquería, en Nuevo León, y fue exportado a 57 países alrededor del mundo.
Sin embargo, todo lo que empieza en algún momento debe terminar, y será la responsabilidad del nuevo K3 mantener y llevar a buen puerto todo ese legado que el Rio construyó a lo largo de los años, y el primer paso ya está dado, pues este nuevo vehículo también ya es producido orgullosamente en este complejo industrial, luego de una inversión de 158 millones de dólares para actualizar las líneas de la fábrica.
Frente a nosotros tenemos un vehículo, recién salido del horno, más grande en comparación con el Rio sedán y las cifras así lo demuestran, pues es 16 centímetros más largo, 4 cm más ancho y 1.5 más alto, con una distancia entre ejes 9 cm mayor y 64 litros adicionales en la cajuela, el cual presume de un nuevo lenguaje de diseño, que ya nos había adelantado el EV6 y que es denominado Opposites United, así como de una nueva denominación para los sedanes de la compañía, la cual está precedida por la letra K.
En la carrocería abundan los trazos rectos y angulados, pero lo que más destaca es la caída fastback del techo en la parte trasera, que le confiere un estilo único al K3. El interior luce más tecnológico, con mejor percepción de calidad en los materiales y, sobre todo, más espacioso. El asiento del conductor te recibe con un volante rediseñado, puesto ya en el actual Niro, seguido de un panel montado sobre el tablero, el cual incluye el cuadro de instrumentos digital y la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
A LO QUE VENIMOS
Iniciamos la prueba a bordo del K3 equipado con el motor atmosférico de cuatro cilindros de 1.6 litros, un viejo conocido el cual fue ajustado para mejorar su rendimiento y que genera 121 caballos de fuerza y 111 libras-pie de torque. Desde el momento en que abandonamos la planta para recorrer algunas carreteras de Nuevo León, percibimos un vehículo sólido y que, conforme pasaron los kilómetros, se fue ganando nuestra confianza.
La mayor distancia entre ejes, así como sus nuevas dimensiones, permiten que el K3 se perciba con mucho equilibrio, sobre todo en las sinuosas curvas en ascenso que enfrentamos en una buena parte del trayecto. Aunque se trata de un motor atmosférico, la transmisión automática de convertidor de par hace toda la diferencia en el manejo, pues la gestión de la fuerza es superior en comparación con una caja continuamente variable o CVT.
Por lo tanto, el propulsor no se siente forzado y permite sacar el máximo provecho a toda la curva de aceleración, permitiendo ganar velocidad con rapidez. Estas mismas sensaciones se incrementaron cuando cambiamos a la versión impulsada por el bloque más grande, de 2.0 litros también atmosférico, y acoplado a la misma caja, aunque con una potencia que se eleva hasta 150 caballos y 141 libras-pie.
En el modo de manejo Sport, la respuesta del K3 se vuelve más afilada, pues la electrónica de la transmisión prolonga el cambio de marcha para volverlo más ágil. En sentido contrario, en el modo eficiente, los cambios se ejecutan con más rapidez para mantener el propulsor a bajas revoluciones y reducir el consumo de combustible.
Para quienes prefieren el desempeño de una caja manual, el K3 ofrece una de seis cambios en varias de sus versiones, pero la más equipada apostará por e cambio automático. Un nuevo modelo por lo general también implica un cambio en el precio, sin embargo, Kia consiguió mantener precios competitivos para el K3, así como una oferta completa de siete variantes, que sin duda alguna se adaptarán al presupuesto de sus clientes.
Esas serán dos de sus cartas más fuertes, pues el K3 está disponible con precios que van desde 313,900 y hasta 452,900 pesos, disponible en los concesionarios de la firma en México a partir del 19 de octubre, sin embargo, en estos momentos está disponible una preventa en línea con un apartado de dos mil pesos.