Volvo produjo su último vehículo propulsado por diésel a finales de marzo, siendo una de las acciones que está tomando rumbo a la electrificación total.
La planta ubicada en Torslanda, Suecia, fue testigo de la salida de un modelo XC90 que cerró 45 años de historia de fabricación y venta de vehículos de este tipo. El primero fue en 1979, un Volvo 244 GL D6 que fue el primero con motor de seis cilindros para algún auto de pasajeros.
En febrero, las instalaciones de Gante, Bélgica, produjeron su último automóvil con motor diésel, un V60, con lo que culminó una historia de dos décadas de venta de este tipo de máquinas, que arrancó con un V70 de cinco cilindros.
Pero ahora, la producción y venta de autos electrificados es la tendencia a seguir. Al menos Volvo ha reportado números positivos, al aumentar sus ventas de coches totalmente eléctricos en un 70 por ciento, teniendo participación en este segmento de 34%. La meta final es alcanzar la neutralidad de carbono para 2040.
Una de las armas con las que Volvo buscará ser exponente en este segmento es el EX30, un SUV con autonomías de 340 a 476 kilómetros dependiendo de la versión, el cual fue galardonado en el Salón de Nueva York como el Mejor Auto Urbano del mundo. ¡Te invitamos a conocerlo!