Como se esperaba, el furor por comprar autos eléctricos ha disminuido ante los problemas de crecimiento que aún persisten de manera significativa en Estados Unidos, aunque hay cifras que no dejan de llamar la atención.
El cuarto Estudio de Consideración de Vehículos Eléctricos de la firma consultora J.D. Power muestra que sólo el 24% de los compradores encuestados opinan que es «muy probable» que consideren comprar un vehículo eléctrico, una disminución de dos por ciento respecto a los entrevistados hace un año.
Mientras tanto, el porcentaje de compradores que dicen que es «en general probable» que consideren comprar un vehículo eléctrico se redujo a 61 a 58 por ciento. En total, hubo 8,179 encuestados.
La continua escasez de vehículos baratos, las preocupaciones sobre dónde cargarlos y la falta de conocimiento sobre la propiedad y los incentivos, siguen provocando que los clientes piensen dos veces en sus alternativas.
Coincidentemente, la variación en los precios de combustible año tras año, es un factor que perjudica la compra de coches eléctricos, sumado a la inflación persistente, las altas tasas de interés y el crecimiento «decepcionante» en la disponibilidad de modelos.
Incluso, la ansiedad juega su parte en la percepción, ya que entre los compradores que realizan viajes de 46 a 60 minutos, solo el 24% dice que es «muy probable» que consideren un vehículo eléctrico, 13 puntos menos que en 2023.
Por ello, la tendencia de comprar modelos híbridos e híbridos enchufables es más alta, al ser prioridad para los fabricantes.
En cuanto a segmentos de mercado, las Generaciones Z y Y son quienes más descontento tienen por los costos altos de los vehículos, aunque el 24% de los encuestados del primer rubro y el 32% del segundo aún mencionan que es «muy probable» que consideren comprar un vehículo eléctrico, siendo las dos proporciones más altas entre todas las gamas generacionales.
Respecto a la infraestructura de carga, el 52% de los que dicen que es “algo improbable” o “muy improbable” considerar un vehículo eléctrico cita este problema para rechazarlos, siendo la aseveración más notable en el estudio y que aumentó tres puntos porcentuales.
Otros motivos de rechazo incluyen el precio de compra, la distancia de conducción limitada por carga y el tiempo necesario para cargarlos, pese a los esfuerzos de marcas y del mismo Gobierno de Estados Unidos para mejorar estos servicios.
Finalmente, está la cantidad de autos que cada persona tiene: el 68% de los entrevistados opina que es «en general probable» considerar a un vehículo eléctrico como el segundo bajo su propiedad, pero si dependen de uno solo, el 47% afirma que es «en general probable» que lo tomen en cuenta.