El liderazgo de la industria automotriz mexicana pide paciencia tras la elección presidencial en Estados Unidos, en la cual Donald Trump fue el ganador, ante las amenazas que hizo previamente sobre la imposición de aranceles.
En 2019, las negociaciones para conformar lo que hoy conocemos como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se vieron condicionadas por temas migratorios, que incluyó el compromiso de México para intentar aumentar la seguridad en sus fronteras.
El resultado fue que el sector automotriz representa 22% del comercio del acuerdo; sin embargo, durante su campaña electoral reciente, Trump amenazó con imponer aranceles de hasta 200% a los vehículos ligeros y pesados importados de México, justificándolo como una manera de fortalecer la cadena de suministro de su país y para impedir la entrada de unidades procedentes de China.
Al ser todavía consideradas como promesas de campaña, los directivos de la industria automotriz mexicana apelan a esperar a que Trump tome posesión el 20 de enero de 2025, para ver cuáles son las políticas públicas que se concreten en su mandato.
“Lo importante es, una vez que Donald Trump tome posesión como presidente a finales de enero, ver qué tipo de anuncios hará”, mencionó Odracir Barquera, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, en conferencia de prensa.
“Hasta el momento, lo que ha anunciado en términos de aranceles durante la campaña se refiere en un caso a una situación hipotética, que es aranceles a la producción de vehículos por parte de un universo de empresas que no producen en Mexico. Y por otro lado se refiere a un escenario de aranceles generalizados a productos de México, condicionando con acciones en la frontera”.
«Entonces, me parece que es importante que una vez que llegue al gobierno, realmente sepamos exactamente qué es lo que piensa implementar y sobre esa base qué se negocia, sobre todo en el segundo escenario, con el gobierno mexicano”.
Planta de Ford en Cuautitlán (FOTO: Ford México)
Estados Unidos es el destino principal de los autos fabricados en México; según la AMIA, representaron el 79.4% de las exportaciones de enero a octubre de este año, equivalente a 2,321,364 unidades. En cuanto a importaciones de autos de Estados Unidos, septiembre representó el mejor mes de la historia con 257,429 (22%).
De enero a agosto de este año, la Unión Americana representó el 87.4 por ciento de las exportaciones y el 52 por ciento de las importaciones de autopartes hechas en México. Nuestro país es el principal proveedor de componentes automotrices de Estados Unidos; en los primeros ocho meses del año, tuvo una participación de 43.1%.
Al ser cuestionado sobre si habrá afectaciones sobre inversiones anunciadas por diversas compañías en México para el corto y mediano plazo, Barquera reiteró que es difícil anticipar escenarios concretos.
“Todavía no hay políticas establecidas. Sabemos lo que ha dicho en campaña, lo que ha hecho en campaña. Se ha limitado, en un caso, a un supuesto hipotético y en otro caso, a un supuesto que va emparejado de otro tema ajeno a la industria”, dijo.
“Yo creo que debemos todavía ser un poquito pacientes, tenemos claridad sobre quién ganó la elección, ahora hay que tener claridad de qué tipo de políticas públicas y de decisiones de gobierno van a tener y sobre esa base poder ver si eso genera o no algún tipo de cambio en el potencial de las inversiones que se tienen en el sector”.
La segunda administración de Donald Trump, la de Claudia Sheinbaum y la canadiense, que juntos conforman la segunda región productora de automóviles a escala internacional, serán los encargados de revisar el T-MEC en 2026, en el que el objetivo, de acuerdo con Barquera, es mantener una visión regional para consolidar a la zona.