Marcelo Ebrard, Secretario de Economía, afirmó que la amenaza de Donald Trump para imponer aranceles a todos los productos que ingresen a Estados Unidos perjudicará principalmente a la industria automotriz.
El presidente electo de la Unión Americana advirtió que cuando inicie su segundo mandato, el 20 de enero de 2025, impondrá tarifas de 25 por ciento a los productos provenientes que México y Canadá, hasta que haya acciones concretas por parte del gobierno mexicano para combatir la migración y el tráfico de drogas.
A esto siguió una conversación entre Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum, en el que se habló sobre una estrategia para atender el fenómeno migratorio, aunque sin especificar si se abordó el tema de las posibles tarifas.
En el proceso, Ebrard indicó que una medida de este tipo sería contraproducente para la economía estadunidense, poniendo como ejemplo la dinámica de las tres armadoras de Detroit.
«Un arancel es un impuesto, va a ser el impacto a las principales empresas de los Estados Unidos en México, particularmente en la industria automotriz», expresó en la conferencia matutina del Gobierno de México.
«General Motors, Stellantis, Ford, son las tres empresas establecidas en México. Recordar que la primera planta de Chrysler se fundó hace 80 años en México, o Ford Motor Company llegó casi hace un siglo. Entonces estamos hablando de empresas que forman parte y son comunes en función de esa integración, esa antigüedad y que producen un número impresionante de vehículos, y son competitivos con todo el mundo».
«Ese impuesto, imagínense (de) 25 por ciento… la primera afectación son las empresas que son las que más exportan. Entonces cuando dice el presidente Trump: ‘voy a ponerle a México 25 por ciento porque exporta demasiado a Estados Unidos’, lo que está diciendo es ‘vamos a ponerles un impuesto a las empresas norteamericanas más importantes del mundo de 25 por ciento’, porque producen en México y exportan a Estados Unidos».
«Y si hubiese, por parte de Canadá y de México, que poner otros impuestos similares, también se afectaría a estas tres empresas. ¿Por qué? Porque son las que más exportan a México partes automotrices. Estamos muy integrados, traemos unas cosas de Estados Unidos, otras las producimos aquí, las integramos y ustedes lo ven como un producto final».
«Entonces, es un impuesto que afecta primordialmente a este complejo industrial tecnológico cuyos principales exponentes son estos tres grandes grupos de los propios Estados Unidos. O sea, es un tiro en el pie».
El último informe de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) afirma que, por primera vez, el acumulado de producción de enero a octubre superó los 3.4 millones de unidades producidas, mientras que se alcanzaron por primera vez 2.9 millones de unidades exportadas. En ambos rubros, General Motors encabeza las cifras.
Ebrard estimó que la tarifa de 25 por ciento afectaría a hasta 400 mil empleos en Estados Unidos, además de que los costos de los vehículos que se envían al país subirían 3 mil dólares en promedio.
Por ello, en línea con la perspectiva del liderazgo de la industria automotriz, el funcionario apela a la cooperación a nivel regional.
«Todo lo que sean impuestos innecesarios, encarecer productos, dificultar producción, va en contra de la prosperidad compartida que queremos», aseguró.
Aumentar la competitividad global. Bueno, que las tarifas nos fragmentan, dificultan la tarea de las industrias, hacen que se pierdan empleos, se pierde la competitividad y se afecta tanto Estados Unidos en primerísimo lugar, pero también a los demás, a México y a otros socios».
«Entonces, debemos ¿qué hacer? Pues optimizar las cadenas regionales de suministro, mantener costos bajos, garantizar que nuestros productos lideren los mercados globales; y trabajar en equipo, no dividirnos. Esto tiene muchas simpatías en México, en Estados Unidos y también en Canadá, y pensamos que es una ruta adecuada, inteligente para la circunstancia que está viviendo el mundo».