Hasta ahora, BYD todavía no ha decidido la sede para una nueva planta europea, ante los rumores de que Alemania podría ser su elección.
La firma de vehículos de nuevas energías inaugurará, en octubre de este año, su primera instalación para fabricar sus unidades ligeras, teniendo como sede la ciudad de Szeged, en Hungría, tras lo cual seguirá la construcción de otro edificio, en Turquía, que empezará a operar en 2026.
Las dos tendrán una capacidad de producción combinada de 500 mil autos al año.
En este contexto, la agencia Reuters publicó esta semana que BYD prepara un plan de construcción de una tercera fábrica y que se instalaría en Alemania, un mercado que está en el ojo del huracán por los problemas financieros que han enfrentado tanto fabricantes de coches como de componentes automotrices, y que además ha estado en contra de la imposición de aranceles sobre autos eléctricos importados de China.
Alfredo Altavilla, director comercial de BYD para Europa, declaró en una rueda de prensa desde Milán, en el marco de un foro automotriz, que Alemania «no era una opción lógica», pero que todavía no hay un lugar elegido para construir estas nuevas instalaciones.
«Todas las opciones están sobre la mesa, todos los países están en el proceso en este momento», expresó.
Altavilla expresó que BYD tomará en cuenta factores como la competitividad de cada región, en el sentido de poder fabricar autos y baterías sin restricciones. En este sentido, apeló a cambiar la mentalidad actual respecto a los coches procedentes de China, que han sido criticados por recibir subsidios ilegales por parte del gobierno.
BYD ya ha firmado contratos con varios proveedores italianos para su planta en Hungría, incluido el fabricante de frenos Brembo, la empresa de neumáticos Pirelli y el fabricante de sistemas de láser Prima Industrie.