Mazda presentó su estrategia para fortalecer su futuro dentro de la electrificación, ratificando el desarrollo de una arquitectura de tren motriz desarrollada por su cuenta, pero manteniendo la oferta de unidades de combustión.
En conferencia de prensa, el presidente y director ejecutivo de la firma japonesa, Masahiro Moro, junto con su equipo de ejecutivo, anunció los pasos a seguir en su plan de acción para 2030, que incluye la reducción de la inversión en baterías y otras áreas de 2 trillones a aproximadamente 1.5 billones de yenes.
Por otro lado, Mazda seguirá proporcionando las opciones de tren motriz más adecuadas, a través de una Estrategia Multi-Solución, en la que a oferta de motores de combustión interna, híbridos o totalmente eléctricos dependerá de los diferentes entornos de conducción y de las necesidades de los clientes, según la región en la que la marca tiene presencia.
Adicionalmente, Mazda evolucionará su desarrollo basado en modelos para mejorar la flexibilidad, eficiencia y velocidad, mediante el programa Innovación Monozukuri 2.0. Al combinar motores de combustión interna con tecnologías de electrificación, incluidos los vehículos eléctricos a batería, buscará lograr eficiencias operativas significativas para 2030.
FOTO: Mazda
De este modo, el nuevo motor SKYACTIV-Z, de 2.5 litros y cuatro cilindros en línea, será el núcleo de la gama de productos pequeños de Mazda en la era de la electrificación.
Como ya se había adelantado en noviembre, al combinarse con un sistema híbrido desarrollado por la compañía, el sistema en su conjunto debutará en la próxima generación del Mazda CX-5, en 2027.
Actualmente, el motor SKYACTIV-Z se está desarrollando para cumplir con las normativas Euro 7 en Europa y LEV IV y Tier 4 en Norteamérica. A futuro, permitirá reducir la cantidad de unidades de motor en hasta 50 por ciento, y control de software, mejorando la eficiencia en el desarrollo y producción.
Hasta ahora, Mazda ha colaborado con la firma china Changan para desarrollar una plataforma que se ve en modelos como el EZ-6, que se comercializa en China.
Mientras tanto, el primer vehículo eléctrico propio de Mazda, programado para 2027, se fabricará en Japón para su lanzamiento a escala internacional, con celdas de batería desarrolladas en colaboración con Panasonic Energy.
Una vez que se realice el lanzamiento del llamado Mazda6e, habrá un nuevo SUV 100% eléctrico en la segunda fase de la hoja de ruta comercial de Mazda rumbo a 2030. Su primer concepto, denominado Arata, se visualizó en el Salón de Beijing, el año pasado.
Mazda Arata (FOTO: Eduardo Olmos)
Por último, las líneas de producción de Mazda, se flexibilizarán para fabricar vehículos eléctricos a batería, reduciendo la inversión inicial en un 85% y el tiempo de preparación en un 80%, si se compara con la construcción de una nueva planta.
Este plan se denomina «Monozukuri Innovation 2.0» e incluirá uso de AGVs (vehículos guiados automáticamente), software adquirido y tecnología Factory OTA (“Over The Air”) que en su conjunto reducirán el inventario en la cadena de suministro.