La industria de la balística ha observado un incremento del 15% en las solicitudes de accesorios blindados en todas sus modalidades durante el último año en México, específicamente para automóviles y negocios.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB), siete de cada diez ataques a vehículos y transporte se dirigen a los cristales, ya que es su área de mayor visibilidad y, por ende, donde más temor se puede generar.
Adicionalmente, las solicitudes también han visto un aumento en la búsqueda de protección para casas, edificios y todo tipo de negocios como accesos, casetas o dependencias estratégicas, también en cuanto a cristales.
“Contar con unidades blindadas es una medida de escape ante un ataque armado, es decir, da tiempo al conductor para emprender una huida hasta el siguiente punto de auxilio. Esto puede ser clave para resguardarse de estos delincuentes”, destacó Germán Padilla, presidente de la Comisión de Fabricantes y Comercializadores de Materiales Balísticos para el CNB.
El organismo también destaca que las horas de alta afluencia vehicular se han convertido en una amenaza para las personas que viven en diversas partes de México. La permanencia en el tráfico expone a conductores al modus operandi de delincuentes, es decir, cuando los semáforos cambian a rojo o a la mitad de un embotellamiento.
Levantar las ventanillas y permanecer atentos en cada parada son medidas que los conductores han tomado para prevenirse, pero los asaltantes recurren al uso de armas de fuego y a la violencia, para obtener pertenencias o, en el peor de los casos, realizar secuestros.
Los vidrios balísticos se clasifican en diferentes normas internacionales, pero los más comunes empiezan a partir de 13 milímetros, a los cuales se conoce como un VR2 (VPAM APR2006) y que resisten armas cortas como el .357 Magnum. También existen vidrios con un grosor de 18 milímetros son capaces de soportar impactos de .44 Magnum, siendo parte del Nivel 3, o bien, en dos normas de referencia más comunes como NIJ III-A (NIJ 01.0801) y BR4 (CEN EN 1063).
A continuación viene el Nivel 4, resistente a armas largas y referente a la norma VR6 (VPAM APR2006) que soporta calibres AK47 y AR15. El nivel comercial 5 o BR6 (CEN EN 1063) resiste a rifles de asalto de larga distancia y de alta penetración, mientras que existen más niveles de protección, con vidrios de 95mm o más de grosor, pero sólo son aplicables a las fuerzas del orden.
“Existen diversos productos que se ofrecen a la población civil que son regulados por la DGSP y que son legales, este tipo de blindaje debe llevar un holograma que verifica que es un blindaje seguro hecho por empresa legalmente constituida y de acuerdo con normas internacionales, de igual manera existen otro tipo de productos para la industria miliar y equipos de policía”, indicó Daniel Portugal, asesor y vocero del Consejo Nacional de la Industria Balística.
“Un blindaje optimo está basado en la normatividad, es decir, materiales probados en laboratorio, con sistemas de gestión de calidad, entre otros, en el CNB contamos con este tipo de credenciales que se transforman en una calidad de blindaje excepcional”.
El CNB también afirma que, con un buen cuidado y tratamiento, un vidrio blindado puede rebasar los diez años de duración, siempre y cuando se tomen medidas como evitar líquidos que amenacen la perdida de adherencia del plástico entre el vidrio y el policarbonato, y estar atentos a cambios en las tonalidades o apariciones de burbujas.