Pese a la tensión en desarrollo, las marcas chinas siguen su camino para adentrarse en el mercado europeo.
Tan solo este viernes, dos fabricantes del gigante asiático compartieron sus planes para el corto plazo, que incluyen su incursión en nuevos países del Viejo Continente.
El primero es Chery Auto, que comenzará a vender autos de sus marcas Omoda y Jaecoo en Italia a partir del tercer trimestre de este año, según informó su Country Manager en el país, lo que lo convertirá en el segundo país europeo al cual llega este consorcio.
Para finales de 2025, Chery planea tres modelos SUV cada uno para las marcas Omoda y Jaecoo con una mezcla de motorizaciones, a fin de que también puedan comercializarse en diferentes partes de Europa. Además, no descarta construir una planta de ensamblaje en el continente, para lo cual tiene bajo consideración a Italia y a España.
Mientras tanto, BYD no escatimó en recursos en la presentación que llevó a cabo el jueves pasado en Grecia, a donde confirmó su llegada con el lanzamiento de dos modelos, en cooperación con el socio distribuidor Sfakianakis Group.
La compañía con sede en Shenzhen llevará su crossover Yuan Plus, conocido como Atto 3 en los mercados extranjeros, y el sedán Seal al país, y lanzará más modelos en el futuro, como el DOLPHIN y el Seal U.
Esto ocurre mientras las tensiones comerciales están aumentando entre China y la Unión Europea, que está investigando si los fabricantes chinos de vehículos eléctricos de batería se benefician de subsidios gubernamentales injustos; de hecho, dicen tener pruebas en este sentido y argumentan que las importaciones aumentaron un 14% interanual desde que se inició formalmente la investigación en octubre del año pasado.
A inicios de marzo, la Comisión Europea inició con el registro aduanero de las importaciones de vehículos eléctricos del país, lo que significa que podrían recibir aranceles si la investigación comercial en curso determina que están recibiendo subsidios ilegales por parte del gobierno de Beijing.