A partir de este viernes 5 de julio entró en vigor la aplicación de aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos de batería (BEV) procedentes de China en Europa, aunque de manera provisional.
La Comisión Europea reveló los detalles completos sobre la imposición de los también llamados «derechos compensatorios provisionales», como resultado de una investigación que concluyó que la cadena de valor de los autos 100% eléctricos elaborados y procedentes del gigante asiático se beneficia de subisidios injustos por parte del gobierno.
La justificación oficial es que «está provocando una amenaza de perjuicio económico a los productores» de los países pertenecientes a la Unión Europea.
Tres marcas que cooperaron plenamente con la investigación recibieron una tarifa específica: los autos producidos por BYD tendrán un aumento de 17.4%, el de Geely será de 19.9% y los de SAIC, de 37.6%. Hubo otros fabricantes que cooperaron en la investigación, pero no fueron incluidos en la muestra, por lo que están sujetos a un arancel de 20.8%. Las marcas que no cooperaron recibirán una tarifa de 37.6%.
Adicionalmente Tesla, que tiene una planta en Shanghái, puede recibir un arancel calculado hasta la fase definitiva de la investigación.
El incremento de aranceles tiene carácter de provisional porque tendrá una duración máxima de cuatro meses, momento en el que la investigación se completará y se decidirá si son permanentes por un período de cinco años.
La Comisión insiste en que continúan las pláticas con representantes de los fabricantes chinos para alcanzar una solución compatible con la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Ursula von der Leyen, quien acaba de ser reelegida como Presidenta de la Comisión Europea, inició la investigación en septiembre de 2023.