Ford Nucleon: La idea de vehículo nuclear de los años 50

El 12 de diciembre de 1958, Ford presentó el Nucleon, un prototipo de automóvil que se concibió como la visión futurista de la movilidad propulsada por energía nuclear.


En una época en la que el tema era aún delicado porque habían pasado no muchos años del final de la Segunda Guerra Mundial, el Nucleon se caracterizó por utilizar un reactor nuclear compacto para alimentar el vehículo con uranio, esto en lugar de un motor de combustión interna convencional.


Conocido también como «platillo volador» en el sector, acaparó la atención por contar con una estética revolucionaria para la época. Incluso, Ford estimó que el Nucleon era capaz de alcanzar 8,046 kilómetros de autonomía, sin necesidad de tener que recargar el reactor.

Pero su ubicación en la parte central limitaba aspectos como la habitabilidad y prestaciones. Incluso, los creadores del prototipo se dieron cuenta pronto de que su producción nunca podría ser posible con el conocimiento que había sobre energía nuclear.


A esto se sumó el problema que ha acompañado a esta fuente energética: el elevado calor que emana del reactor. A gran escala, esto se puede controlar gracias a los grandes depósitos refrigerantes que hay en las centrales nucleares. pero esto no es posible en el mundo automotriz, ya que se genera una intensidad de calor que difícilmente se puede controlar.


Por ello, el Ford Nucleon sólo quedó en prototipo, ante las preocupaciones de seguridad y el hecho de que usar la energía del uranio en un vehículo de uso diario, sin consecuencias a largo plazo, fuera sustentable.


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