Carlos Tavares rompió el silencio por primera vez desde su salida de Stellantis y reiteró que su salida del grupo neerlandés fue «amigable».
En declaraciones realizadas al medio portugués Expresso y que fueron recogidas por Europa Press, el directivo volvió a afirmar que el motivo de su renuncia se debió a «desacuerdos estratégicos» con la junta directiva, en función del futuro de la compañía, motivo por el cual adelantó su salida en conjunto con John Elkann, presidente de la empresa.
Estaba pactado que Tavares no fuera reelegido como la cabeza de Stellantis para 2026; tras su renuncia, efectiva el 1 de diciembre. afirma haber cumplido con los objetivos de la empresa.
«43 años en la industria del automóvil, de los cuales 20 a nivel de comité ejecutivo y diez al frente de una empresa automovilística, es tiempo suficiente para hacer todo lo que crees que debes hacer», comentó.
Asimismo, Carlos Tavares describió al panorama actual de la industria automotriz como «darwiniano» donde los fabricantes que no se adapten a la transición a la electromovilidad pueden desaparecer.
«Cuando te enfrentas a una tormenta, tienes que dirigir el barco en función de las olas. No se puede discutir sobre la mejor manera de afrontarlas», aseveró.
Tavares ha vuelto a Portugal, donde podría participar en el proceso de privatización de la aerolínea TAP, a fin de evitar su desaparición.